HOLAAAAA!!!
Hoy hablare de un tema que creo es común en todos,
la relación con los otros; para algunos es un don nato el hecho de poder hablar
con la gente sin importar el rango, la edad, ni los gustos, simplemente tienen
ese don divino de poder entablar una conversación con cualquier persona. De caer
de maravilla en la primer platica, de poder llamar la atención sin ser grotesco
o muy débil simplemente pueden tener relaciones sociales increíbles.
Primera parte
Poder tener relaciones buenas y productivas tanto
en el ambiente profesional como el personal es fundamental para nuestro
crecimiento, el día a día lleno de stress, prisa, enojos y demás, provoca que
nos olvidemos de lo importante que es decir buenos días, buenas tardes, buenas
noches, gracias y por favor, acompañados
de una sonrisa que no nos cuesta nada, y nos podría beneficiar en mucho.
Tener una interacción con las otras personas es
algo muy importante porque al tener una integración
social adecuada se transformará en un bienestar emocional, solo es cuestión de
ocupar nuestras habilidades sociales que no son otra cosa que una serie de
conductas y gestos que expresan sentimientos, actitudes, deseos y derechos del
individuo, si trabajamos estas habilidades podremos conseguir satisfacciones en
el ámbito de la familia, en el empresarial, de las amistades y en las
relaciones amorosas.
Aquí
algunos consejillos para poder mejorar en nuestras relaciones sociales algunas
son de mi autoría y otras las encontré navegando por internet.
Se coherente: si quieres ser respetado y ser una
fuente de inspiración y motivación, pon el ejemplo actúa de manera correcta si
quieres ser respetado, respeta, si buscas puntualidad en las demás personas, se
puntual, todos tenemos buenos y malos ratos, pero procura hacer un esfuerzo por
impactar positivamente en la vida de los demás.
Escucha
más y habla menos: Cuando
escuchas a alguien atentamente le estás dando el gran regalo de saberse y
sentirse VALORADO. Conviértete en una persona que sabe escuchar y muestra
siempre un interés sincero en lo que los otros tienen que compartir. Se dice
que por algo tenemos una boca y dos orejas justamente para escuchar más y
hablar menos. Y, cuando vayas a hablar, no olvides que tus palabras tienen gran
poder, con tus palabras puedes inspirar y hacer que otros se sientan bien.
Piensa antes de hablar y enfócate en impactar a tu interlocutor de forma
positiva. Las mismas palabras con entonación diferente trasmiten
sentimientos tan distintos como ironía, ira, excitación, sorpresa o desinterés.
Un tono apagado es señal de abatimiento o depresión. Una conversación que se
mantiene siempre en el mismo tono resulta monótona, aburrida y suscita poco
interés. El tono, que tan poco cuidamos normalmente, es a veces tan importante
como el propio contenido de nuestras palabras.
Un volumen alto de voz expresa seguridad y dominio de la situación, pero
cuando se eleva demasiado puede suscitar rechazo y connotar agresividad. El
volumen bajo, por su parte, puede sugerir estados de ánimo como debilidad o
falta de confianza en uno mismo pero también confidencialidad y cercanía. La
fluidez de la palabra y el ritmo. La utilización de repeticiones, muletillas,
frases hechas y de relleno y los titubeos producen impresión de inseguridad,
monotonía e incluso desconcierto en quien escucha. Todos estos elementos de
conducta relacional son herramientas de nuestra forma de estar en sociedad, y,
bien articulados, nos ayudan a relacionarnos de forma más eficiente. Las
habilidades sociales son conductas aprendidas y, por tanto, podemos mejorarlas.
Facilitan la relación con otras personas y nos ayudan a ser más nosotros
mismos, reivindicando nuestros derechos y peculiaridades sin negar los derechos
de los demás. Lo más positivo es que facilitan la comunicación y la resolución
de problemas con otras personas.
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